No quiere ir más al colegio
me dijo una mamá.
“Es una tortura levantarlo todas las mañanas”.
Y yo la entiendo,
detrás de esa frase casi siempre hay un niño
capaz, inteligente, creativo…
pero que sufre en silencio.
Le va bien en matemáticas,
entiende rápido,
pero copia lento,
se distrae,
y empieza a creer que no está a la altura.
El problema no es que sea lento.
El problema es lo que cree sobre sí mismo.
Por eso acompaño a niños en edad escolar
a fortalecer su confianza.
Porque sin confianza,
cualquier talento se apaga.
Sí, la escuela es parte de la vida.
Habrá cosas que le gusten
y otras que no.
La clave no es evitar la dificultad,
sino enseñarle a verla como una oportunidad.
Pero para que él brille…
primero mamá y papá necesitan brillar.
Entonces te pregunto:
¿Cómo está el brillo en tu casa?
¿Encendido…
o medio apagado
Silvia Aguirre



