Muchas veces, nuestra mente —que ha sido programada por años de creencias, juicios y exigencias externas— nos dice si algo está “bien” o “mal” según lo que aprendimos, no según nuestra verdad interior. Y la «vocecita de la culpa» se convierte en nuestra juez más dura, especialmente cuando sentimos que no estamos cumpliendo con lo que se espera de nosotros.
Puedes enseñarle a tu hijo/a a hacer una pausa y mirarse con más compasión para que desde pequeño recuerde que, con lo que sabe hoy, con los recursos que tiene, con lo que siente y ha vivido, está haciendo lo mejor que puede, y eso es digno de sentirse orgulloso.
Y si siente que no es así, que hay algo que le duele o lo incomoda, entonces en lugar de castigarse, puede preguntarse con amor:
✨ ¿Qué puedo hacer para mejorar?
✨ ¿Qué puedo dejar de hacer para dejar de quejarme y mejorar esto que me pasa?
Todo parte de una elección consciente.
No desde la culpa… sino desde el poder que tenemos de decidir cómo queremos vivir y actuar.
No se trata de ser perfecto..
Se trata de estar presentes, ser conscientes y responsables desde el alma.
Y eso, se aprende y se enseña.
¿Quieres ayudar a tu hijo a ser más responsable con sus tareas ? Puedes agendar una entrevista gratuita aquí: https://calendly.com/escuelaindigocarmelo/entrevista-eic
Un abrazo,
Silvia



