Era de madrugada y mi hijo se despertó agitado, hablando solo como de costumbre. Era una nueva pesadilla.
Encendí la luz de su habitación y le acaricié el pelo suavemente. «Estás con mamá», le susurré. «Estás soñando» tranquilo. Su respiración seguía entrecortada hasta que se calmó y se volvió a dormir”
Entonces, recordé un pasaje de Un Curso de Milagros: «Si de repente se enciende una luz cuando alguien está teniendo un sueño aterrador, puede que inicialmente interprete la luz como parte de su sueño y tenga miedo de ella. Sin embargo, cuando despierte, la percibe correctamente como su liberación del sueño»
Al día siguiente le expliqué a mi hijo que un pensamiento de miedo es solo una ilusión, como la pesadilla de anoche, que al despertar te das cuenta de que siempre has estado a salvo.
Me miró con los ojos muy abiertos, como si estuviera procesando la idea, respiró profundo y me pregunto ¿y cómo me despierto de un pensamiento de miedo?
Muchas veces durante el día sientes miedo, y crees que eso es real como te pasa cuando tienes una pesadilla, pero como le digo a mi hijo, que no te confunda tu realidad, es solo un sueño y tu puedes despertar cuando lo decidas o inventarte otro sueño.
Silvia Aguirre



