Mis hijos han aprendido a desarrollar libertad y autonomía. Han logrado manifestar sus propios deseos y alcanzar metas sin que yo tuviera que gastar dinero ni imponerme con un “NO”. ¿Quieres saber cómo lo logré? Esto es lo que no hice:
A) No me estresé intentando que entendieran la palabra “NO”.
b) Descubrí que decir “SÍ”, cuando era posible, generaba menos resistencia y me permitía establecer límites más sólidos y confiables.
c) Deje de confiar en lo que mis ojos físicos me mostraban como «REALIDAD»
¿En Qué Me Enfoco Ahora?
- Conversar con mi hijo: Hablamos abiertamente para definir con claridad y precisión sus objetivos. Esto incluye identificar y eliminar pensamientos limitantes que puedan entorpecer su camino, siempre respetando su ética y dignidad.
- Redefinir el “NO”: Dejé de ver el “NO” como una barrera inquebrantable. Comprendí que, usado incorrectamente, puede convertirse en un arma de doble filo.
- Si un niño asocia el “NO” con imposibilidad o fracaso (NO/nunca, NO/imposible), crecerá creyendo que no puede, no sabe o no merece lograr algo.
- Es crucial usar el “NO” con cuidado, para que no sea percibido como un límite absoluto, sino como una oportunidad para reflexionar o redirigir su enfoque.
¿Sabías que nuestros sentidos, incluyendo la vista, solo recogen fragmentos de lo que nos rodea? Lo que llamamos “realidad” no es más que una imagen mental creada por nuestra mente.
Esto es especialmente importante para los niños. Según Un Curso de Milagros, la realidad que percibimos es solo una ilusión, una representación mental que podemos transformar y mejorar si aprendemos a verlo de manera diferente.
Ayuda a tus hijos a entender esto: La realidad que ven con sus ojos no debe limitarlos y pueden transformarla cuando quieran si aprender a VER más allá, a imaginar, crear y visualizar un mundo lleno de posibilidades.
Comienzo de curso: Martes 3/12/24
Duración 1 mes.
Escribe a [email protected] para más información.
Un abrazo
Silvia
