Pobrecito mi hijo, él no tiene la culpa.

 

A ninguna madre le gusta ver sufrir a su hijo, y seguramente  crees todo lo que dice, porque tiene razón es lo que experimenta a diario en la escuela y con sus amigos y quizás hasta tu misma lo puedes comprobar viéndolo con tus propios ojos.   ¿Pero qué sucedería si te dijera que en realidad tus ojos no te dicen la verdad?

 

 

En más de una vez yo dije, pobrecito, pobre mi hijo que no tiene amigos que lo inviten a jugar, lo pelean, le dicen cosas feas, yo también le creí, sin saber que le estaba haciendo daño inconscientemente.

 

 

Es lógico que una como madre, lo que vea es lo que los demás le hacen a su hijo, me gusta usar la metáfora del viento porque me parece bien clara para entenderlo,  cuando ves que las hojas de los árboles se mueven, lo que ves es el efecto del viento, pero no el viento. El viento lo puedes sentir en tu rostro, puedes verlo en el movimiento de las hojas, pero ¿Qué/quién produce el viento?

 

 

Con tus hijos pasa exactamente lo mismo lo que ves es el efecto, sus compañeros le pegan, le dicen palabras hirientes, lo molestan en clase, ves el efecto de algo que lo causa, pero no ves cuál es su origen.

 

 

¿De dónde surge ese  “mal” comportamiento del otro chico hacia M.I hijo?

 

 

¿Qué piensa, que siente, que necesita aprender “M.I” hijo ante esta situación, para superarlo, desarrollarse sanamente y disfrutar de sus relaciones con amigos?

 

 

El mundo visible (lo que ven sus ojos físicos como mal trato) confunde, porque lo que tu hijo ve es solo lo que se ve de un iceberg: la parte de arriba. ¿Pero que hay por debajo del agua, que pasa con toda esa estructura que acompaña el enorme bloque de hielo pero no se ve? Es justamente allí, en lo  que tu hijo no ve donde hay que enfocar para mejorar el conflicto con su amigo.

 

 

Si quieres ayudar realmente a tu hijo y alejar a un compañero tóxico de su vida para dar lugar a nuevas y agradables amistades,  descubre que se lo hace tan imposible de alcanzar, mira por debajo del agua. ¿Qué no ve tu hijo? ¿Qué no estás viendo tu? Lo que le sucede a tu hijo, no es producto del azar, existe un Mundo Invisible (que no se ve) que genera el Mundo Visible (lo que se si se ve): ese mal comportamiento y reacción de los compañeros en contra de tu hijo.

 

 

Si quieres que tu hijo aleje por sí mismo un compañero tóxico de su vida y establezca sus propios límites, para crecer y desarrollarse sanamente y feliz, necesariamente tiene que manejar los hilos del Mundo Invisible (M.I).

 

 

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Soy Silvia Aguirre mamá y docente.

 

He unificado todo mi conocimiento como mamá y docente en M.I.R.E con ganas : Un método que permite conectar con la habilidad única que conduce a la felicidad en familia: la respons-habilidad.

 

 

Acompañante en Bienestar Docente y Familiar

Acompañante en Bioneuroemoción

Instructora en Capacitación mental y Resolución de Conflictos

Facilitadora del método que brinda la Escuela Índigo.

 

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