Mi historia con Mi Ángel de la guarda.

Hace unos años, durante mis sesiones de Bioneuroemoción, una joven llegó a mi consulta y compartí con ella la extraordinaria experiencia de mis hijos, quienes habían aprendido a ver más allá de sus ojos físicos. Como madre y docente, esto representó una revolución para mí, ¿Para qué mundo estoy enseñando y educando? Mis hijos, así como mis alumnos, tenían una enorme capacidad para generar su propia realidad, y yo no la estaba considerado hasta ese momento.

 

 

Desconocía la existencia de este Mundo Invisible responsable de la generación del Mundo Visible.  Yo creía que solo existía el mundo material, la realidad que veía con mis ojos, (si no se ve, no existe, pensaba).

 

 

La joven, basándose en su propia experiencia, me contó que todos tenemos en ese Mundo Invisible un ser, una guía, una energía que nos envía señales y que incluso podemos conectar con ella en cualquier momento.

 

 

Al día siguiente, me dediqué a hablarle a mi guía, tratando de conectar con él/ella exigiendo conocer quién guiaba mis pasos. Sabía que recibía señales y que algo dirigía mi camino. Había dejado de creer en las casualidades y ansiaba explorar ese otro mundo donde la vida se hacía mucho más burbujeante.

 

 

La señal que pedí fue la presencia de un colibrí, pero pasé todo el día buscándolo sin éxito. En la noche, mientras me bañaba, recordé que no había recibido respuesta. Fue entonces cuando se me vino la imagen del encuentro casual en una esquina, esa misma tarde, con la joven del día anterior. En su brazo ella tenía tatuado un colibrí.

 

 

Terminé mi baño apresurada, llena de emoción y euforia, para contarle a esta chica lo que me había sucedido. En ese momento, ella me reveló que mientras yo le hablaba, había sentido, además la presencia de una niña. Dado que tanto mi hijo como yo habíamos tenido experiencias previas, similares con “una niña”, le pedí que le preguntara su nombre. Sorprendentemente, el nombre, incluso las características, coincidía con la que mi hijo había soñado días antes.

 

 

Mientras continúes creyendo que tu vida y la de tus hijos se limita a lo que perciben con sus ojos físicos, persistirás en intentar mantener el equilibrio de una mesa de cuatro patas con solo tres. Incluso si lo logras, a medias, con ayuda psicológica y medicación, siempre faltará ese «algo», esa cuarta pata  que logra el equilibrio, que no puedes definir, pero sabes que está en alguna parte.

 

 

Ese «algo» se encuentra más allá de tus ojos físicos, está en ese maravilloso Mundo Invisible (M.I) que está justo detrás de tu mirada.

 

 

 

Soy Silvia Aguirre mamá y docente.

 

Conecto los niños con sus GANAS de APRENDER. Mejora el rendimiento escolar, la conducta, aumenta su autoestima, mejora la relación en su hogar, en la escuela y con sus amigos.

 

(metodología para niños de 7 años en adelante.).

 

 

 

Acompañante en Bienestar Docente y Familiar

Acompañante en Bioneuroemoción

Instructora en Capacitación mental y Resolución de Conflictos

Facilitadora del método que brinda la Escuela Índigo.

 

…………………………………………

Para mayor información:

+598 98 834 269

#escuelaindigocarmelo #taller #talleronline #zoom #seguridad #aprender #escuelaindigo #confianza #poderinterior #hijos